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La cerveza llegó a México en 1542

En 1542 se produjeron e importaron las primeras cervezas en el territorio novohispano. Gracias a los pioneros que nunca se rindieron, hoy México goza de cervezas reconocidas mundialmente por su calidad.

La cerveza es una de las bebidas que más disfrutamos a lo largo y ancho de nuestro país. Su arraigo y tradición es tal, que México es considerado una potencia cervecera y los extranjeros reconocen que nuestras cervezas son de las mejores del mundo. Su historia se remonta a 1542, cuando Alfonso Herrara, uno de los emisarios de Hernán Cortés le solicitó al rey Carlos V el permiso para establecer una cervecera en México. La información es confirmada por María del Carmen Reyna, historiadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia, quien menciona:

“Traían maestros cerveceros europeos para poder hacerla, que tenían la habilidad, práctica y experiencia necesarias. Esta primera cervecería permaneció alrededor de cuatro o cinco años, pues no tenía las condiciones para subsistir. Además, las primeras cervezas salían muy caras y, por lo mismo, la producción era mínima. Por ello, se decidió mejor traerla en barcos, pero este transporte debía tener ciertas condiciones para que la bebida no se echara a perder”.

La publicidad en México a través de Cuauhtémoc Moctezuma | HEINEKEN México

La primer cerveza mexicana no tuvo una marca, pero era la primera hecha en la Nueva España, y se produjo con las agua de Sierra Nevada, California. La cerveza no tuvo el éxito esperado, ya que al ser un producto tan exclusivo y de alto costo de producción no pudo ser adquirida masivamente.

Una de las alternativas para el consumo de cerveza fue la importación. De los primeros años de la colonia se tiene registrada la llegada de 619 barriles y más de 71 mil botellas de cerveza. Sin embargo, nuevamente se trató de una demanda de los grupos gobernantes y no de un consumo popular.

La cerveza en México, de la nulidad al imperio

Las fuentes están registradas en el libro Ensayo político sobre el Reino de la Nueva España escrito por Alejandro Humboldt en 1811, donde también se menciona que la cerveza era considerada de gran valor. Ejemplo de ello fue que el conde de Valparaíso y marqués de Jaral de Berrio dejó 1,964 botellas de cerveza almacenadas como herencia en una bodega que se ubicaba en las calles de Venustiano Carranza e Isabel la Católica en el Centro Histórico.

No fue sino hasta el siglo XIX que la cerveza se empezó a producir con pretensiones industriales, pues había llegado una gran cantidad de extranjeros que preferían beber cerveza a pulque. Sobre ello María del Carmen Reyna menciona:

“En la primera mitad del siglo XIX, los europeos empezaron a establecer fábricas artesanales, pero tenían que traer maestros cerveceros para poder elaborarla, a quienes se les pedía firmar un contrato en el que se establecía que no debían enseñar aquí la técnica porque era algo casi secreto. En Europa, desde la Edad Media, los que habían adquirido una práctica excelente para elaborar cerveza eran los monjes, inclusive algunas marcas tenían el nombre de los monasterios donde se producía”.

Cuauhtémoc y Modelo, dos gigantes

De acuerdo con la investigadora, las primeras cerveceras se instalaron en la Ciudad de México, escogiendo preferentemente la cercanía con los ríos. Sin embargo, las cerveceras no prosperaban debido a la carencia del lúpulo, planta que debía ser exportada. Algunas de las primeras cerveceras se encontraron en el Centro Histórico de la Ciudad de México, como es el caso de las ubicadas en la calle de Revillagigedo, en el Ex Convento de San Agustín o el Hospicio de Pobres, ubicado en Balderas y avenida Juárez.

Debido a la inestabilidad política y social durante el siglo XIX e inicios del XX, la producción de la cerveza en México no prosperó sino hasta 1925, cuando un grupo de inversionistas españoles fundó Grupo Modelo.

“La inestabilidad del siglo XIX no hizo posible que se fortalecieran las fábricas de cerveza.  Sin embargo, a mediados de esa centuria empezó a haber una mayor demanda de esta bebida, que poco a poco fue desplazando al pulque. La cerveza también se consideraba medicinal, a los niños se les daba un traguito para tranquilizarlos por efectos del lúpulo”.

México, potencia cervecera

En 1950 Modelo inició su expansión y aumentó sus plantas de producción de cerveza. Del mismo modo, emergió la gran cervecera Cuauhtémoc, otro gran gigante de la cerveza en México. En ambos casos, las empresas se vieron beneficiadas  con el ferrocarril y el transporte marítimo.

“La cerveza mexicana se vende mucho en todo el mundo y es muy apreciada. Hoy por hoy, México ocupa el décimo lugar en el consumo de cerveza, siendo los principales consumidores Alemania (que organiza durante un mes el Oktoberfest, en el que se sirven galones de esta bebida), España, Francia, República Checa, Austria, Bélgica, Reino Unido, Dinamarca y Estados Unidos, que cuenta con infinidad de fábricas”, finalizó la historiadora.

Nota Extraída de : México Desconocido

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